Insomnia - Recién Abierto - Élite

NUESTRA HISTORIA

Próxima a nosotros está la destrucción. Tan cerca que casi se puede palpar con las manos. Nuestro mundo sucumbe en el odio y la ira de los que lo gobiernan y lo habitan. Hombres que un día fueron fuertes líderes de la prosperidad, hoy se arrodillan en busca de lo que creen que es suyo por derecho. La historia que voy a contaros dio comienzo hace tres Lunas (treinta años) en Araconte, mi ciudad. Quizás os resulte inberosimil, probablemente así sea. Sólo tratad de entenderme.

Corrían las trescientas Lunas (año 3000), Araconte se encontraba en plena síntesis. Hacía poco que acababa de salir de una de las dictaduras comunistas más importantes desde hacía siglos. El nuevo gobernante, Rodren, era un hombre joven, con ganas de sacar a Araconte de las más serias penumbras. Prometió el cielo a sus ciudadanos, instalando unas reformas que todo el mundo creyó a ciencia cierta. Pero lo más importante, lo que todo el mundo quería oir, era que implantaría la pena de muerte para lo que a nosotros llamamamos, los Viajeros. Esta singular raza o grupo de personas, tienen capacidades asombrosas. Por ellas fueron perseguidos durante el régimen, por la luz que albergaban en su interior.
Eran buscados, perseguidos y encontrados. Se les obligó incluso a registrarse en un sistema especial para tener el control de sus vidas. Algunos consiguieron escapar a este desorden e injusticia, huyendo del sistema, de todo aquello que terminaba en su muerte.
El interés radicaba en que esa luz de su interior proporcionaba un tipo de energía completamente diferente. Sin embargo era utilizada para fines militares, para la guerra contra otros planetas próximos. Comenzaron entonces a surgir en la población vestigios de los que serían cazadores de recompensas. Asesinos, mercenarios. Eran pagados para la busca y captura de aquellos Viajeros que habían escapado del sistema.



Fue entonces cuando el gobierno implantó un nuevo sistema de vigilancia. Tres años después de la entrada de la dictadura, Vilhem, el gobernador máximo, instaló la llamada Máquina. Pero no os confundais, no es una máquina en propiamente dicha. Dicho artefacto, sistema o método, como prefirais llamarlo, nos apartaba de cualquier privacidad que como ciudadanos teníamos por derecho. Cámaras de vigilancia, detector de rostros, retina, huellas dactilares...Araconte era controlada hasta el más mínimo detalle. Los habitantes pasamos a estar, al igual que los Viajeros, dentro de un sitema ordenado y registrado. La Máquina conocía nuestros gustos, manías, familias, amigos, estudios...absolutamente todo. Por supuesto, dicha vigilancia se extendía hasta nuestros hogares, donde también éramos videovigilados constantemente. Conscientes de tal osadía, nos preguntamos por qué y para qué. La única respuesta que recibimos fue la que les pareció más lógica y comunmente aceptable: "Los Viajeros se han convertido en un peligro. Hemos sabido que se han dedicado a aprovehcar sus habilidades para cometer actos bandálicos y de mayor calibre como asesinatos y hurtos mayores. El nuevo sistema nos indicará dónde están los Viajeros, es imposible que escapen a los escáneres generales. Os protegeremos nación, sois mi único cometido."
Fueron burdas mentiras para incubrir la realidad. Un mentira parcial no obstante. Era cierto que el sistema era para encontrar a los Viajeros y a las personas fueras del sistema -como delincuentes y otras personas quizás de interés personal para el gobierno- pero buscaban controlarnos. Manipular nuestra mente con aquello que queríamos. Nos compraban con promesas que queríamos que se cumplieran, nos comían la cabeza en pos de su propio beneficio.


¿No os habeis preguntado qué clase de personas podían escapar del sistema y cómo lo hacían? Nosotros, aquellos perseguidos por la "justicia", somos los Arlequines. Hemos existido desde siglos anteriores, mucho antes de que los Viajeros poblaran Araconte. Guerreros, justicieros de la luz y la justicia. Los héroes con malla que cualquiera esperaría...Nuestro único deber es cuidar y proteger a los Viajeros. Nuestra clandestinidad y sociedad secreta se fue al traste cuando el gobierno comenzó a capturarlos. Nos vimos obligados a salir de la oscuridad y darnos a conocer. Temidos y odiados por una población a la que habían puesto en nuestra contra, fuimos también perseguidos única y exclusivamente para matarnos. El gobierno pronto comprendió que si encontraba a un Arlequín, encontraría a un Viajero. Sin embargo no nos rendimos jamás, permanecemos fuera del sistema, para él ni si quiera existimos. Arrastramos a los Viajeros con nosotros en una lucha contra la muerte.

Las cosas comenzaron a torcerse de verdad cuando Vilhem decidió contraatacarnos con nosotros mismos. Usó la energía del viajero -la que les estraían a dicha raza- para comprar a los Arlequines con más facilidad de manipulación y ansias de poder desorbitadas. Empleó grandes niveles de dicha energía para obtener lo que quería y, finalmente, se hizo de un grupo numerosos de Arlequines que seguían su causa. Comenzaron a desvelar nuestros escondites, nuestra manera de actuar y planes futuros. Destrozaron toda nuestra defensiva e hicieron caer a cientos de los nuestros para poder atrapar a los Viajeros que protegiamos.
Menguaron nuestro número y casi nos hicieron desaparecer.


Tiempo ha pasado desde aquellos días y muchos Viajeros han sido asesinados por su esencia. Pero aún quedan Arlequines dispuestos a hacer lo imposible por ellos. Se han vuelto a organizar con la llegada del nuevo gobierno de mano del hijo de Vilhem, Rodren. El cual a pesar de su mente democrática y justa, sigue pensando que los Viajeros son la mejor fuente de energía.
Volvemos a actuar en silencio, discreros, silenciosos...no saben que a pesar de nuestro número, seremos su peor pesadilla. Los Arlequines estamos dispuestos a vengarnos, a cuidar de los Viajeros como antes.