su viaje comienza en 3.2.1...(ethan&Sam)

Llevaba días encerrada en casa, no me apetecía salir y encontrarme a los medios, que se me echarían encima como lobos, todos querían saber que había pasado entre Ethan y yo, que si seguíamos manteniendo una amistad, que si tal que si cual. Nunca había soportado bien estar en los medios, ser el centro de atención me abrumaba bastante, ya tuve que soportar bastante cuando pasó lo de mis padres, y ahora esto.

Me tumbé en el sofá y encendí la tele, aunque intentaba entender sus motivos para hacerme aquello. Acaso se estaba cansando ya de mí? Pero si nuestra relación estaba genial, estábamos bien a gusto juntos. No había hablado con él más que para decirle que habíamos roto, y ya, no le había escuchado más que pedir perdón pero le colgué antes de que me contase sus excusas, había sido un momento duro, tenía lágrimas a punto de salir, pero había afrontado aquello. En parte me arrepentía, aún sentía algo muy fuerte por él, pero creo que eso era lo correcto, dolía menos que el saber que era una cornuda.

Ensimismada como estaba cogí la bb, tenía tres llamadas perdidas, una era de mi manager, una de Ethan y otra de una amiga, llamé al primero de los tres, a ver que quería, qué podría haber surgido. Nada más coger me soltó palabras de consuelo, intentando ver qué tal estaba y esas cosas, y acabó sugiriéndome de irme a pasar el verano apartad de los medios, de todo este mundo. Sólo tenía que decir que sí, y tenía todo solucionado. Tras varias palabras y sugerencias acabé aceptando, por lo que tenía que hacer las maletas, pues partiría a la mañana siguiente.

De las otras pasé un poco, le mandé un wpp a Lucy contándole los planes y de la de Ethan directamente pasé por completo. Dejé el teléfono sobre la mesita y subí a preparar las maletas, no tenía mucho tiempo, así que debía darme prisa. Desde arriba volví a escuchar el móvil, pero decidí que ya lo cogería luego. Poco después bajé una de las maletas y decidí picar algo de cena pero de la que me dirigía a la cocina escuché el timbre. Di media vuelta y fui a abrir, seguramente sería mi manager o Lucy, para enterarme de todo. Sin embargo, al abrir me encontré con alguien inesperado...

Me había quedado un poco petrificada, en realidad lo tenía que haber previsto, si no le cogía las llamadas se tendría que presentar en cualquier momento, si quería aclarar las cosas no tenía más que aguantarse su orgullo y pedir perdón todas las veces que hiciese falta. Tenía que haberlo predicho para estar preparada, pero había sido un poco estúpida encerrándome ahí sin más, como si lo demás no existiese, y ese era el resultado.

Verlo de nuevo hizo que mi corazón saltara pero a la vez me dolió, pues me vino a la mente el momento en que salió la noticia, pocos minutos después de lo que pasó. Quería borrar ese recuerdo cuanto antes, quería hacer como si nada hubiera pasado, quería besarle en ese momento olvidando lo que había hecho, pero no podía, algo me lo impedía, un sentimiento de odio, que contradecía todo lo anterior, que me decía de desahogarme, de darle un tortazo, pero yo no era así, y él lo sabía.

Traía una cara de disculpa, de perrito degollado esperando que la aceptara y estuviese todo bien, pero tendría que pasar algo de tiempo para que las aguas volviesen a su cauce. Me saludó con un hola, y en ese momento atisbé por detrás a algún paparazzi escondido, buscando la exclusiva. Le cogí de un brazo y le metí a la casa sin decirle nada, cerré rápidamente y me di la vuelta. Había poco espacio en el recibidor, principalmente porque la maleta ocupaba una parte de él. Le miré a los ojos mientras mi móvil volvía a sonar - ¿Qué quieres? - dije con voz neutra.

Ethan entro como pedro por su casa, en ese instante me molestó, no sé por qué, pero tenía que reconocer que había pasado el tiempo suficiente ahí como para que estuviese bastante a gusto. Se podría decir que era como una segunda casa para él, así como la suya para mí, lo raro es que aún no le hubiese dado las llaves, estaba a punto de hacerlo cuando sucedió esto.

Me volvió a mirar cuando le hablé, quizá un poco sorprendido por mi tono, de hecho a mí también me había sorprendido sonar tan... borde. Pero bueno, en parte se lo merecía, no iba a sonar alegre ni mucho menos, pero ese tono era tan poco típico mío...

Empezó hablando sonriente, a lo que alcé una ceja, acaso me iba a venir tan de buenas? Pero luego agachó la cabeza, suponía que arrepentido. Venía a aclarar las cosas, lógico, a qué iba a venir si no?

Fuimos a la sala de estar, era mejor estar sentados o en un lugar más amplio que el recibidor para hablar, aquella zona era demasiado pequeña. Le observé coger mi maleta y en cuanto me giré de nuevo ya no la tenía, la tendría que buscar luego. Rodé los ojos mientras escuché de nuevo el móvil, esta vez un mensaje de mi manager. Lo cogí para leerlo de la mesita y leí: "Viaje ya reservado. Sales a las 7:05a.m. Te recogerá Jacob. Disfruta de tu viaje." sonreí al leerlo, hacía mucho que no le veía o hablaba con él. Ya tenía más ganas de aquel viaje. Dejé el móvil de nuevo en la mesita, un poquillo alejado. y me senté en el otro extremo del sofá con los pies encima del asiento. Le miré esperando a que dijese lo que había venido a decir. Escuché el sonidillo del wpp pero lo dejé pasar.

Durante el tiempo que estuvo hablando estuve aguantando la respiración inconscientemente, me pasaba de continuo, siempre que esperaba que alguien me confesase algo, como en aquel momento, aunque medio sabía lo que me tenía que decir.

No podía estar ahí quieta sentada mientras le escuchaba, por lo que aparté mi mirada de la suya, me levanté y me dirigí a la ventana. No quería que viera mi cara en ese momento. Aunque imaginaba que se figuraría como estaba.

La última frase que dijo me hizo volverme, enserio me estaba pidiendo que me quedase? Qué derecho tenía en aquel momento para pedirme algo? Escuché sus explicaciones, las excusas que me esperaba. De hecho esperaba que dijese aquello, salvo lo último, eso sí que no me lo esperaba.

Me acordé de volver a echar el aire, cosa que hice pausadamente con los ojos cerrados, para tomar fuerza para poder hablar. Abrí los ojos bruscamente cuando sonó el teléfono, es que no me podían dejar en paz un minuto? Por la música supe que era Jacob, le había mandado un mensaje para decirle lo de mi viaje. En la pantalla aparecía el nombre, por lo que lo más probable es que el también viese quien era.

Dejé que sonase y le miré, conociéndole esperaba que no dijese nada sobre quien era y todas esas cosas que siempre decía. - Aquellas tonterías - recalqué esas palabras - han estropeado una relación que creía que iba perfectamente. - noté mis ojos llorosos - No te puedes imaginar el daño que me has hecho, y lo peor de todo es que no consigo odiarte. - me volví hacia la ventana de nuevo y suspiré. No quería llorar, no en aquel momento, así que hice un esfuerzo para aguantar las lágrimas. - Ahora mismo no sé si podré perdonarte, necesito un tiempo para pensar. - Esperaba que lo comprendiese, aunque si había visto que un desconocido me había llamado igual pensaba mal y pedía explicaciones de quien era. - Necesito hacer este viaje por mí, alejarme de este mundo, de la prensa y eso. - finalicé.

Mierda, sabía que aquella llamada, le cabrearía bastante, siendo tan celoso como era siempre iba a pensar lo peor, sobre todo si el que me llamaba era un chico que no estaba del todo mal, aunque fuese mi mejor amigo. Y ahí estaba la prueba. No pude evitar alzar las cejas incrédula ante su último comentario, ese sí que no me lo esperaba - Es un simple amigo, ya sabes quién es...

Se había levantado, seguramente algo alterado y no estaba segura de que hubiese escuchado mis palabras, me preocupaba que se hubiese cabreado demasiado, sobre todo dada la situación en la que estábamos.

Se fue hacia un rincón y volvió con mi maleta, mierda, ahora no sabía si podría arreglar aquello. Se le veía cabreado y bastante dolido, solo quería hacer las paces, que todo estuviese bien y había ido a peor. Sus palabras me dolieron, de hecho dolieron demasiado, cerré los ojos para evitar derramar alguna lágrima pero no lo conseguí.

Escuché abrirse la puerta y abrí los ojos, se había ido, se había ido para siempre, eso no lo podría superar así que corrí hacia el jardín, no me importaba si había alguien con una cámara fuera, tenía que solucionar eso de la mejor manera posible. Me quedé en la puerta y le vi irse hacia el coche. Bajé las escaleras, sin importarme las lágrimas que me recorrían las mejillas, las pintas que tenía - No te vayas, por favor, no te vayas- repetí mirándole. Rezaba para que no se marchase, pero no sabía qué haría.

No sé si aquella salida había sido lo correcto, no quería que pensase que estaba todo arreglado y volvíamos a ser pareja. Simplemente no quería que se marchase de mi vida, que fuese como si eso jamás hubiese pasado. Sólo quería algo de espacio, y esperaba que lo entendiese. Aún así ese portazo me había sonado francamente mal, y por poco no se había cargado por completo la puerta. Decidí pasar ahora aquello, ya le encargaría a mi manager que se preocupase por arreglarlo.

Así que ahí estaba, a mitad de mi jardín con las mejillas mojadas, debía de dar pena en aquel estado. Pero al parecer el se había percatado de lo que había sucedido en la sala, de su salida fuera de tono, pues se acercó y me limpió la cara. Comidilla para la prensa, esa foto valdría millones. - Eso no lo puedes saber, solo te he pedido un tiempo. No quiero que te vayas así sin más. - mientras decía eso notaba como un frío en mi cara, creo que me estaba poniendo pálida y eso sólo era síntoma de un posible desmayo, extraño pero cierto. No tenía ningún motivo para aquella bajada de tensión. Por si acaso me apoyé donde pude para no caerme.